Por Juan Tomás Valenzuela
Mataron a un pobre hombre
tan solo por crear ruido,
alrededor de un bandido
que solo busca renombre.
No creo que a nadie le asombre
que el mismito Jean Alain,
se atreva a orquestar un plan
contra Antonio de la Cruz,
solo buscando echas pus
sobre Yeni y la Germán.
Va a ser difícil lograr
que se vea como hecho aislado,
la muerte de este soldado,
chofer de aquel animal.
Por más que quieran urgar
sobre el hecho acontecido,
yo apuesto que estos bandidos,
igual que en Villa Altagracia,
al dar el tiro de gracia,
sabían quien era el caído.
Hay que tener mala suerte
para por más de 10 años,
ser el guardián de este huraño
y recibir esta muerte.
Después de andar con el fuerte
de aquel régimen fallido,
y terminar abatido
en un “asalto” confuso,
es ironía, o es abuso,
y como quiera está chido.
Yo coincido con Cavada,
ese sucio aventurero,
que dice que los cuatreros
que hicieron esta jugada,
no buscaban, para nada,
una vulgar encerrona.
Que ahí había otra camarona
con ulteriores propósitos,
quizás con el despropósito
que jodió al padre Cardona.
Juan de los Palotes
22 agosto 2021